El Gobierno neerlandés declaró, tras una reunión de emergencia por el avance de la variante ómicron, un confinamiento estricto en Países Bajos que entra en vigor este domingo y se mantiene hasta el 14 de enero, por el que cierra de toda la actividad no esencial, pero también los colegios y universidades.
En una rueda de prensa en La Haya, el primer ministro en funciones, Mark Rutte, lamentó que en Países Bajos “tendrá que volver una vez más al confinamiento” y subrayó que esto es “inevitable porque ómicron se extiende incluso más rápido de lo que se temía”. Se calcula que será la dominante antes de finales de este año.