Dos piezas arqueológicas y un documento histórico mexicano que se encontraban en Nueva York, Estados Unidos, regresaron al país luego de que fueron entregados de manera voluntaria por particulares a las autoridades del consulado de México en aquella ciudad.
Se trata de una urna de barro y una máscara de roca, además de un libro que data del año 1715. Las piezas llegaron a la Ciudad de México (CDMX) y fueron dictaminadas por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Los expertos determinaron, a partir de sus características morfológicas y estilísticas, que se trata de objetos propiedad de la nación mexicana y que, por tanto, están protegidas por la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.