“¿Cómo es posible que aun exista gente que crea en la paz mundial? ¿Acaso no ven las noticias? ¿En qué mundo viven? Mientras promueven meditaciones por esta causa perdida, y un sinfín de actividades para concienciar a un público sobre la necesidad de la paz, niños siguen muriendo, continúan los atentados, guerras, inseguridad… La paz es una utopía…” (Comentario privado en Facebook).
Comentarios como el que acabamos de ver me han inspirado a redactar este breve artículo sobre la paz. Leo este tipo de opiniones con cierta frecuencia y, a pesar de esa aura pesimista que las rodean, comprendo la preocupación por la situación actual de la raza humana.
Como seres humanos, aún no hemos aprendido lo suficiente, a pesar de las duras pruebas que en estos últimos meses estamos enfrentando como humanidad: la Pandemia del Covid 19, cambios climáticos, crisis económica, guerra, hambre, etc. Lo que ha originado la perdida de seres humanos, lamentos, gritos de dolor y agonía y aún así una minoría tenemos la esperanza de que un ser superior nos escuche, vea nuestras súplicas y tenga clemencia de nosotros, nos de la paz y la fuerza suficiente para seguir adelante y todo esto termine a nivel mundial.
Pero en un momento inesperado, un momento de tranquilidad, de convivencia familiar, un partido amistoso, se volvió en tragedia en Querétaro, donde personas sacaron lo peor de si, se convirtieron en vándalos, en criminales, no les importo si dañaban a terceros, si golpeaban o mataban por diversión, frente a todo un público de diferentes edades y géneros, la violencia se desató, quedando en el aire la pregunta y los valores donde quedaron.
México es un país que se ha caracterizado por su ambiente, su gastronomía, su riqueza cultural, sus riquezas naturales, su hospitalidad, pero desde hace tiempo, somos noticia a nivel mundial por la ola de violencia desatada por el crimen organizado, las extorsiónes, las matanzas, los desaparecidos y ahora por un juego de fútbol que se convirtió en un hecho de sangre, hasta cuándo seguiremos viviendo así, “DUELES Y DUELES MUCHO MÉXICO, LO QUE TODOS NECESITAMOS EN ESTOS MOMENTOS ES PAZ, UN CESE A LA VIOLENCIA ES TODO LO QUE PEDIMOS, POR TODOS LOS NIÑOS, MUJERES Y HOMBRES DE ESTE GRAN PAÍS, ALTO A LA VIOLENCIA Y QUE REINE LA PAZ”.
“Si queremos un mundo de paz y de justicia, hay que poner decididamente la inteligencia al servicio del amor”… Antoine de Saint-Exupéry