VALIENTE HASTA EL FINAL: EX COMANDANTE ENFRENTA A SICARIOS Y MUERE DEFENDIENDO SU VIDA

🔴 VALIENTE HASTA EL FINAL: EX COMANDANTE ENFRENTA A SICARIOS Y MUERE DEFENDIENDO SU VIDA

Coatzacoalcos.- La mañana de este viernes se tiñó de sangre y coraje en el fraccionamiento Santa Isabel segunda etapa. Ernesto Munguía, ex comandante de la desaparecida Policía Federal y hoy vendedor de autos por internet, fue asesinado a balazos tras enfrentar, con valentía, a dos presuntos sicarios que intentaban extorsionarlo.

La historia comenzó poco después de las 8 de la mañana, cuando Ernesto y su esposa llegaron a bordo de su camioneta a la calle Río Calzadas, a la altura de un Oxxo. Planeaban simplemente desayunar en una taquería cercana. Pero el destino tenía otros planes.

Según testigos, dos sujetos a bordo de una motocicleta se le emparejaron repentinamente. Desde hace días —aseguran vecinos— ya lo venían hostigando, exigiéndole el llamado “derecho de piso”. Pero Ernesto no era de los que se doblegan. No lo fue cuando vestía uniforme y mucho menos ahora.

En ese instante, sacó su arma y decidió no esperar a que lo atacaran. Respondió como sabía hacerlo: con firmeza. Logró herir a ambos agresores, aunque él también fue alcanzado por las balas.

Los pistoleros huyeron en su moto hacia el fraccionamiento Las Palmas. Pero la escena se tornó aún más siniestra: al llegar a la calle Palma de Condado, uno de los delincuentes —herido de gravedad— cayó de la moto. Lo insólito vino después. Su cómplice, en lugar de auxiliarlo, regresó… y le disparó en la sien, rematándolo en plena calle, según relataron con horror varios testigos.

La fuga no duró mucho. En su desesperación, el segundo agresor entró a una calle sin salida y se escondió en un taller mecánico. Ahí fue localizado y detenido por elementos policiacos que ya le seguían la pista.

Mientras tanto, Ernesto Munguía, gravemente herido, fue auxiliado por un ciudadano que lo trasladó en su vehículo particular al sanatorio SEMEDIS, ubicado en la avenida Revolución. A pesar del esfuerzo, perdió la vida minutos después a causa de las múltiples heridas provocadas por arma de fuego.

La Fiscalía estatal ya tomó conocimiento de los hechos. Personal de Servicios Periciales levantó el cuerpo del agresor ejecutado por su propio compañero, que hasta el momento permanece sin identificar. Más tarde, hicieron lo propio con el cuerpo del comerciante, en el interior del sanatorio, para trasladarlos al Servicio Médico Forense.

En cuanto al otro presunto delincuente, fue internado en el IMSS-Bienestar bajo estricta vigilancia policial y está a disposición de las autoridades ministeriales.

Un detalle extraño e inquietante llamó la atención de los vecinos. En el lugar donde quedó muerto uno de los extorsionadores, aparecieron más tarde dos mujeres a bordo de una camioneta blanca. Dejaron junto al cuerpo dos botellas de cerveza tipo caguama. Nadie sabe quiénes eran, pero algunos creen que podría tratarse de una despedida simbólica.

Lo que debía ser una mañana común terminó en tragedia. Ernesto Munguía murió de pie, como vivió: sin miedo, defendiendo lo que era suyo. Su historia no sólo deja dolor, también un mensaje claro: en este país, muchos ciudadanos siguen enfrentando solos a quienes pretenden vivir del miedo ajeno.

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