Cinco niños murieron y otros cuatro estaban en estado crítico este jueves, tras caer de un castillo inflable al que una ráfaga de viento elevó 10 metros en el aire en una escuela de la isla australiana de Tasmania.
La escuela celebraba el final del curso escolar.
Entre los fallecidos había tres niños y dos niñas de sexto curso, de modo que tendrían 10 u 11 años, según el comisario de policía de Tasmania Darren Hine.