La postura del presidente Andrés Manuel López Obrador frente a la decisión de un juez federal para que la Fiscalía General de la República (FGR) abra una investigación por omisión y homicidio contra el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, fue de respaldo total en los terrenos legal, político y moral en favor del funcionario.

El mandatario atribuyó la determinación judicial a la descomposición e inmoralidad de los conservadores: “no sólo es una injusticia, es una actuación de mala fe, diría de odio”.
Al insistirle en que la demanda provenía de una familia, respondió: “sí, sí, pero es desde luego producto del rencor, del odio y de la politiquería”.